Adívias


Parecidas a las brujas o los magos negros pero sin la maldad de estos, las adivías son vecinos y vecinas del pueblo que poseen mediumnidad y ciertas capacidades extrasensoriales, como por ejemplo ver a los muertos y hablar con ellos, además de facultades premonitorias para anticipar qué personas del pueblo estaban a punto de morir, además de ser capaces de ver a la Güestia.

Tienen por cometido transmitir mensajes de los fallecidos a sus parientes vivos para que cumplan alguna voluntad o promesa que no llegó a hacerse con intención de que el espíritu del muerto descanse en paz, so pena de sufrir desgracias en caso de no hacerlo.

El don de estos médiums, hombres y mujeres por igual que ejercen como una especie de cuidadores de los muertos y de los ritos de paso al Más Allá, es conocido como “Calderín”, que puede adquirirse al haber nacido en Jueves Santo o que en su bautizo se utilice una estola negra en vez de blanca (usada para las misas durante la Semana Santa). Debido a sus dones, estos médiums adivías (forma bable de “adivina”), suelen vivir solos y al margen del pueblo, ya que sus poderes les condenan a la marginación social por el intenso miedo y pánico que causan entre sus vecinos.